A su llegada… efectivamente encontraron que había un IKEA, pero no solo eso, también un Dominos Pizza, un Aldi e incluso un Dumbo; aunque allí lo llaman JUMBO.
En su primera noche llegaron a la casa (muy bonita), eligieron cuarto, dejaron las maletas y se fueron a una pizzería. El menú en holandés (sin traducción en inglés), pero gracias a los smartphones (y el traductor Google) decidieron ir a lo fácil: pizza barbacoa. Curiosamente, no había; en cambio, sí que ofertaban sabor «tutti frutti».
Al día siguiente, fueron a la casa del casero a formalizar el contrato, donde les hizo una guía turística de su casa, contándoles su vida como ingeniero, sus viajes… Su mujer después les hizo otra guía por el pueblo. Son gente amable, les han arreglado unas bicicletas y se las han puesto a su disposición.
Tras instalarse más cómodamente, fueron al JUMBO para hacer la compra. Apenas había marcas conocidas, aunque sí lo que conocemos como marcas blancas. Tuvieron que ir traduciendo todo, por ejemplo: ham es jamón, kass es queso y margere literalmente significa flaco pero se traduce como: leche desnatada.
Los precios baratisimos: (un helado de 2,5L cuesta 1 euro y pico), aunque no la carne y el pescado. Los alumnos aprovechan los días de descuento para comprar varias unidades y congelarlas (consejo para futuros erasmus). Los holandeses compran mucha bollería, carne, pan, congelados y precocinados; todo en grandes cantidades, como para un regimiento. Además,  la gente es muy disciplinada, en el super puede haber 30 personas que no se escucha ni los carros de la compra. Por eso, cuando llegaron ellos con todo su salero español…. todos los ojos en sus nucas.
Dado que están viviendo juntos en una casa (por cierto, con otra alumna Erasmus universitaria de Murcia, que también estudió en el IES JC1 Bachillerato de Investigación), se atreven con la cocina. Miguel Ángel, con orgullo, nos manda una foto de su arroz con verduras logrado sin paellera. ¡Enhorabuena! Erasmus Plus saca lo mejor de uno mismo.
Como dice, ha tenido que salir de Alicante para atreverse con un arroz. Para darnos más perspectiva, nos muestran lo valioso que es tener familiares que apoyan desde la lejanía, enviándoles comida envasada al vacío (esto es común a nuestros alumnos en Italia, por cierto).
Como se puede observar por las fotos, el tiempo allí es muy diferente al de Murcia. En Vlissingen ya usan chaquetas y en Pisa, Pablo nos cuenta que están a 20 grados
En lo que se refiere a las prácticas, los alumnos en Vlissingen comentan que están en departamentos distintos y que, la empresa es tan grande, que la primera semana se perdían por los pasillos. No obstante, están a gusto y viendo cómo el tiempo «vuela». Por otro lado, en Italia nos cuentan que celebraron una jornada de puertas abiertas en su centro de investigación. Además de fotos, nos envían un vídeo demostrativo.
¡Enhorabuena chicos por la gran labor que estáis haciendo!
Servicio Erasmus Plus.