Hoy escribo este post desde España, desde mi casa y al lado de mi gente, quiero contaros mi experiencia, quizá no vayáis a leer lo que pensáis cuando se habla del Erasmus, pero yo quiero contarla tal y como la he vivido.

Como expliqué en el anterior post, no todo ese tan bonito como te cuentan y la mayoría de las veces se habla sólo de lo bueno. Como es mi caso, todos mis conocidos que se habían ido de Erasmus me hablaban de que iba a ser una experiencia genial, que conocería gente, que saldría de fiesta, que viajaría… Bueno, pues no todo es tan bonito.

Sí que es cierto que se conoce gente nueva, con la que puedes llegar a crear lazos más fuertes que con otras personas que conoces en tu ciudad o dónde vives, ya que la situación es diferente; tus compañeras o compañeros de piso se convierten en tu máximo apoyo. He vivido con tres chicas, cada una de un país diferente y con un idioma diferente al mío, lo que me complicaba la cosa (yo solo hablo español y estaba aprendiendo un poco de italiano), pero por suerte una de las chicas sabía español, y a partir de ahí fue un poco más fácil. Estuve casi dos meses viviendo sola o con una chica que no sabía español ni yo italiano, aunque he de decir que también me ayudó mucho y nos adaptamos muy bien la una a la otra a la hora de la convivencia.

La convivencia es otra cosa que hay que tener en cuenta, Yo no vivo con mis padres, por lo que vivir sola en un piso no me complicaba la situación ya que sé arreglármelas para sobrevivir decentemente. No había vivido con gente desconocida, y hay que tener en cuenta que todo el mundo no es como tú, que sus costumbres son diferentes y hay que saber convivir con esas diferencias. Eso no es fácil y es otra de las cosas que he aprendido de esta experiencia. Sólo os digo que, en ocasiones, hay que tener mucha paciencia y capacidad de adaptación.

Otra cosa que no sé si les sucede a todas las personas que viven una experiencia de este tipo, pero que a mí me ha pasado, es la continua sensación de soledad. A pesar de estar viviendo con otras personas y estar a gusto con ellas y pasándotelo bien, te sientes solo o sola. Es una sensación incomoda, a mí me daba rabia sentirme así, porque creo que no me dejaba disfrutar del todo de eso. He de confesar que algunas veces he tenido ganas de volverme y dejarlo todo, pero recapacitaba e intentaba disfrutar y pensar que esa experiencia ya no volvería. Siempre tenía el apoyo de mi familia y amigos, que si no es por ellos creo que me hubiera terminado de hundir.

Todos estos sentimientos y sensaciones desagradables fueron en aumento cuando en España ocurrió una situación personal bastante desagradable, que no entraré a explicar. Aumentaron las ganas de volver y estar junto a mi familia, ya que sentía que debía estar a su lado y yo les necesitaba al mío más que nunca. La mayoría de las personas con las que estaba en Palermono saben nada de esta situación y mis tutores también se estarán enterando a la vez que leeneste post, pero no me vi con fuerzas para contarlo.

Si algo tengo claro que me llevo de esta experiencia es el crecimiento personal. Creer que noera tan fuerte como me he demostrado serlo, superar algunas de mis inseguridades y darme cuenta de otras muchas que tengo y que en mi zona de confort no veía, y las que pienso luchar para superarlas. También he descubierto la capacidad de adaptación que tengo para adaptarme a situaciones nuevas, convivir con otra gente y trabajar en otro entorno muy diferente al que estaba acostumbrada.
Ahora, dejando atrás la parte menos buena de la experiencia, porque al final también es aprendizaje y crecimiento, os hablo de mi experiencia en Casa Officina.
En primer lugar, quiero agradecer a todas las personas que trabajan allí el haberme facilitado tanto las cosas al llegar y habérmelo hecho más fácil. Llegar sin saber nada de idioma, y que
tengan tanta paciencia para explicarme las cosas de la mejor manera para que yo pudiera
entenderlas, se agradece y mucho.
La forma de trabajar es totalmente diferente a lo que yo había visto en España, tanto la
metodología como los agrupamientos de los niños y niñas son diferentes. Me llevo una
experiencia nueva cargada de mucho aprendizaje, de la cual tengo muchas ganas de poner en práctica aquí.
Con otra cosa con la que me quedo es con todo el cariño que dan todos los niños y niñas. Casi
sin que me entendiesen, me han hecho sentir como en casa: he reído, me han hecho sacar mi
parte más seria, pero sobretodo he aprendido que no hace falta hablar ni entenderse para
comunicarse. También se puede hacer por medio de los gestos y el cariño y la atención que se le da y que ellos dan, sin pedir nada a cambio. Niños y niñas de Casa Officina siempre, siempre os llevaré en mi corazón y nunca me olvidaré de vosotros.
Gracias Maura, Paola, Francesca, Stefánia, Vanessa, Guiseppe por habérmelo puesto fácil
desde el primer momento, sin conocerme y sin saber si iba estar a la altura, que espero
haberlo estado.
Gracias Michella, Daniela, Dionysia y Margaux, por hacerme la vida y la experiencia más fácil, espero veros pronto.
No puedo terminar este post, perdonad por el tostón, sin contaros como ha sido mi experiencia completa allí. Os dejo algunas recomendaciones de Palermo.

En primer lugar, no dejéis de ir a conocer el puerto. Es un lugar que transmite muchatranquilidad. El primer domingo de cada mes, la entrada a la visita a los museos, palacios y algunas iglesias es gratuita. Es una fantástica oportunidad de ir a conocer esos lugares. Yo me quedo con el Palacio de Zisa, y sus fantásticos jardines. La Catedral es otro de los lugares que más me gusta de Palermo, la avenida de Vittorio Emmanuele, Quatro Canti, vía Maqueda… Enresumen, Palermo es una ciudad con mil cosas para ver; en cada rincón tiene algo y osrecomiendo que la callejeéis lo máximo posible. No dejéis de ir a visitar Mondello y sus playas,porque son maravillosas.
En cuanto a restaurantes o lugares para comer, es fácil encontrar alguno que tenga buena comida, pero yo me quedo con pizzería Frida, Librería Dante, Rusticando, Cerino d’ Oro. La pasta y las pizzas están para chuparse los dedos. Os recomiendo también probar la comida callejera, como cualquier panino o los arancines. Prohibido venirse sin probar los helados y el brioche con helado. En definitiva, hay probar lo máximo posible porque no os defraudará.En resumen, esta experiencia me ha supuesto un enorme aprendizaje personal y profesional.
No todo ha sido de color de rosa, pero de todo se aprende y hay que quedarse con lo bueno y superar lo malo. Lo recomiendo, aunque seguro que la hace más fácil vivirla con alguien conocido; pero nunca dejéis de renunciar a vuestros sueños por depender de alguien.
Gracias a mis tutores en España, sobre todo a Tula, no he podido tener mejor tutora, gracias.