¡Nos vamos de paseo por Bordeaux y Toulouse!

Estas son las dos ciudades por excelencia que me recomendaron visitar. Aunque claro, basándose en la cercanía a mi ciudad ya que me recomendaron mil lugares más… pero no daba tiempo a verlo todo 🙁

Aún así… ¡Vengo a traeros un poquito de mi viaje!

BORDEAUX

Cuando me dijeron que visitara esta ciudad lo hicieron diciéndome: «es como París pero en pequeño». Y mínimamente, por la curiosidad… había que ir.

Pero la cosa no quedó en que solo visitara la ciudad sino que, ya que estaba allí, me recomendaron las Dunas del Pilat. Jamás he estado en el desierto pero por lo que he visto en las películas… esto era algo parecido a estar vagando por el eterno desierto. Bueno, eso de vagando… ¡más bien un sufrimiento! Madre mía qué odisea el subir hasta la cima!!! Pero… he de decir que merece la pena porque las vistas que tienes desde allí… no las puedes conseguir desde otro sitio. Una vez que estás en la cima puedes ver tanto el mar a un lago como un bosque al otro. Es algo realmente increíble. 

Y de la ciudad… ¿qué decir? Es precioso cada uno de sus rincones. Además de visitar lo más turístico te recomiendo que te pierdas por sus calles. De verdad que es una ciudad que merece la pena visitar. Sin lugar a dudas volvería.

TOULOUSE

La verdad que Toulouse además de que me la hayan recomendado era una ciudad a la que indudablemente tenía que ir ya que todas las visitas que he recibido acaban allí. Y ¿por qué? Porque casualmente autobuses o aviones salían o entraban en esta ciudad. Y claro… ya que vas a recoger o llevar a alguien… ¿cómo no te vas con tiempo para ver la ciudad? Era un destino obligado 😉

Lo que sí que me recomendaron, que tenía que ver sí o sí era una pequeña ciudad llamada Albí. Y dije bueno, pues ya que estamos nos acercamos y la vemos. La verdad que no me mintieron cuando me dijeron que era pequeña, en cuestión de una hora la puedes recorrer sin problema, incluso diría que en menos tiempo. Y menos se equivocaron en decirme que es una ciudad PRECIOSA. Tiene un encanto especial en cada uno de sus rincones, merece la pena pasear, perderse y recorrerlo todo. 

Una cosa que no me dijeron y que, indudablemente, yo tengo que decir… es que enfrente de la catedral hacen unas pizzas… para volverse loco. No sé si me gustó más la ciudad o sus pizzas 😀